Hace pocos días, se lanzaba la noticia que el Ministerio de Cultura publicita en redes sociales y en medios de comunicación la primera edición de Cine Escuela dirigido a centros escolares públicos, privados o concertados que impartan Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en todo el territorio español. Para esta primera edición el presupuesto según se informa es de 6 millones de euros de inversión. 

Es un proyecto muy interesante y necesario, pero…hay que tener presente y con la configuración de los ministerios que Cultura y Educación actúan como organismos independientes. Esto es un problema, y ya se tiene como ejemplo Francia lo importante que es realizar acciones y trabajar de forma transversal. Creo que los que estamos en este sector conocemos muy bien algunos de los problemas que están enquistados y que afectan a nuestro cine y los prejuicios existentes. Tampoco podemos no tener en cuenta que los tiempos y ritmos de los centros educativos son complejos, los profesores están saturados y hay una gran más oferta que tiempo a lo largo del año. Si, los centros educativos o lo que es lo mismo el grupo directivo no tiene interés en el marco audiovisual va a ser difícil que haya una respuesta altamente positiva sobre todo porque los planes de trabajo se cierran en julio y ya estamos en septiembre. 

El objetivo del programa es el acceso a las salas de cine en el territorio español. No se cuantas zonas existen en diferentes CC.AA que no disponen de salas de cine, el tamaño de la sala y su organización incluyendo la disposición de personal teniendo en cuenta que los pases serán en horario lectivo, es decir por la mañana. Ampliando esto, significa que los centros educativos deben planificar esa jornada con una pérdida de unas X horas por la suma de la sesión + desplazamiento y demás, una realidad que puede influir en la participación. Otra cuestión relevante es la elección de las obras audiovisuales. Entiendo y espero que sean 100% obras españolas o coproducciones latinoamericanas, no se trata de menospreciar las obras de otros países, pero es importante que se conozca y valore nuestro cine. Si parece que ha comenzado el proceso de inscripción pero se desconocen el conjunto de obras que serán seleccionadas y creo la falta de información puede ser también un punto negativo.

Pantallazo web Aula Film

Teniendo en cuenta esta nueva propuesta, no podemos olvidar que ya existe el programa on-line Aula Film con listado de películas fantástico en un catálogo muy interesante con obras tanto recientes como clásicos nacionales e internacionales (en un próximo artículo hablaremos más de esta actividad). El proyecto nace en 2015 y fue creado por la Agencia de Gestión Cultural Las Espigadoras un programa que cuenta con el apoyo del Ministerio de Cultura y Deporte, Screenly, Auren, EGEDA, FECE, Filmin y la Academia de Cine y que también tiene acciones presenciales que se llevan a cabo en Madrid, aunque hay cines que también trabajan de manera independiente como son los cines Golem o los cines Doré o Renoir.

No voy a entrar a valorar si se usarán alguna del catálogo de AulaFilm pero es hacer una duplicidad y restar valor al trabajo ya hecho porque quizás se tengan que elaborar nuevas guías docentes por las acciones que según se informa se llevarán a cabo. Por el contrario puede ser positivo para algunas de las obras que ya tiene un recorrido pedagógico por un nuevo pago de los derechos de comunicación y eso es un plus para la amortización de las obras y se favorece que tenga una nueva vida para el público. Tener presente que dependiendo de las inscripciones las salas de cine recibirán un pago por el alquiler de la sala. 

Es necesario ir a las salas de cine porque es una experiencia que se está perdiendo, y este tipo de acciones son imporatantes si conseguimos darle continuidad y que funcione. Hay que tener en cuenta que ahora los cines han ampliado su oferta con el fin de ampliar las opciones de monetizar el uso de los estos espacios físicos. El visionado de películas en sus salas en sesiones matutinas como acción educativa ya existe en salas de Madrid en cines como los Renoir o Golem o en Alicante también se organizo un programa de este tipo en los Kinépolis. A pesar de todo, es una acción puntual con un éxito relativo y quizás ahora si el pago pasa a realizarlo el Ministerio de Cultura haya un crecimiento del número de sesiones educativas, aunque al final se está creando una dependencia económica pública. Necesario si, pero, la realidad es que muchas acciones sufren los cambios en los mandatos políticos y, las acciones vinculadas con la Cultura no deben de mantener su continuidad sin fecha de caducidad.

En la Comunidad Valenciana la Filmoteca dependiente del Instituto Valenciano de Cultura ha abierto recientemente el  programa de sesiones didácticas que van dirigidos a colegios e institutos que también peor centrados en este caso en obras valencianas: ‘L’àvia i el foraster’, de Sergi Miralles, ‘El agua’, de Elena López Riera o ‘La innocència’, de Lucía Alemany” son las obras elegidas para el curso 2025-2026 con sesiones  en Valencia, Alicante y Castellón. Un programa similar existe también en Catalunya y en Andalucía con proyecciones matinales de películas cuidadosamente seleccionadas para cada ciclo educativo, a menudo acompañadas de guías didácticas o coloquios. ¿Se me olvida algún otro programa?

También la Filmoteca Española en su sede en Madrid, los cines Doré organiza el programa EducaFilmoteca que incluye una guía pedagógica para trabajar las películas. 

Imagen exterior Cine Doré

Al final el acceso y la valoración de la Cultura necesita realizar un importante trabajo de planificación que necesita de acciones educativas pero también el trabajo del entorno familiar y social en los hábitos y costumbres. En la actualidad la brecha de comunicación como consecuencia de Internet y las redes sociales  ha cambiado los hábitos y la realidad e intereses también en las nuevas generaciones. Es necesario realizar un análisis y plantear acciones conjuntas entre distintos organismos o entidades tanto públicos y privados. 

La realidad actual del cine, también el nacional ha cambiado como la aparición de las plataformas lo que ha provocado un cambio gracias a la internacionalización de las obras por el acceso global. El problema es que cuando abordamos realizar actividades pedagógicas el contenido no puede ser el mero entretenimiento y el proceso de creación tiene que tener una planificación diferente y las consultorías son relevantes. Además, finalizado el proceso es fundamental disponer de la calificación por edades sobre todo en el caso de los largometrajes cuando su exhibición es en las salas de cine. 

Dentro del sector es interesante el trabajo que realiza EGEDA en sus premios Forqué cuando introduce el premio de largometraje al Cine y Educación en Valores. Al final, toda obra audiovisual tiene como objetivo mostrar una historia al mayor número de público posible, es además una de las pautas, determinar el público objetivo, pero teniendo en cuenta que la tendencia actual está centrada en el cine social hay que tener presente la responsabilidad social corporativa no sólo la realidad económica. Hacer una película es un esfuerzo brutal y al final el equipo se convierte en una familia y así se muestra en la temporada de premios en los agradecimientos que cada año valor los trabajos que se han producido. 

En un siguiente artículo seguiremos indagando sobre el valor del audiovisual a nivel educativo. 

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Hace pocos días, se lanzaba la noticia que el Ministerio de Cultura publicita en redes sociales y en medios de comunicación la primera edición de Cine Escuela dirigido a centros escolares públicos, privados o concertados que impartan Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en todo el territorio español. Para esta primera edición el presupuesto según se informa es de 6 millones de euros de inversión.