Ha pasado más de un años desce que conocí el proyecto. Era agosto de 2022 las casualidades de la vida, si existen, nos llevó a compartir espacio más lejos que cerca, sobre todo por vivir en comunidades vecinas, Región de Murcia y Comunidad Valenciana, pero es la magia de los festivales de cine, sin duda el mejor punto de encuentro. Cerdanya Film Festival celebraba por segundo año una jornada de pitch para la venta de obras audiovisuales en desarrollo. Como productora, iba con un largometraje, y Jesús acudía presentó Los perdedores. Una presentación notable y convincente pues logró una mención especial en la sección de cortometrajes.
¿Por qué me interesó la historia de Los perdedores? Se trata de un cortometraje social que aborda una problematica muy importante en la actualidad como es la adicción al juego de los jóvenes. Un tema que pasa desapercibida si no es por las noticias que gotean de vez en cuando en los medios de comunicación. Un problema presente en toda España, pero que se radicaliza en la Región de Murcia. Las nuevas generaciones, el cambios en los hábitos de consumo, Internet, las redes sociales, las pantallas son realidades nuevas, que no paran de cambiar y están provocando importantes cambios de comportamiento, en la forma de vivir y de convivir. Una realidad complicada de enfrentar para las nuevas generaciones que está desencadenado importantes problemas de salud mental. No hablamos del problemas con el alcohol o las drogas al que se dedican muchos recursos de prevención y existe una línea de trabajo establecida. No, son las adicciones a las apuestas deportivas o dinero fácil como parece está asumido por los más jóvenes, pero también la adicción a las pantallas.
Me dedico a la producción audiovisual desde hace bastantes años. Me interan los temas sociales, y en el pasado durante 5 años dirigí un festival educativo, Proyecta, en 2020 acabé la última edición días antes del inicio del confinamiento. Allí descubrí el valor del audiovisual, el cine español sobre todo con el cortometraje como forma de inculcar valores y fomentar el juicio crítico. Durante varios años estuve escogiendo proyectos y programando para abordar temas como el conocimiento de nuestro entorno, la diversidad o la importancia de la igualdad. Con Los perdedores tengo la oportunidad de ayudar a crear una historia y que una obra audiovisual puedar convertirse en una herramienta didáctica y pedagógica para abordar el tema a nivel educativo. Algo que debe de estar presente, una acción de responsabilidad corporativa necesaria, porque no olvidemos que el audiovisual es hoy el principal medio de comunicación. Así que después de conocer la realidad de la adicción de los adolescentes no querian mantenerme ajena, y el proyecto se convirtió en una prioridad y también en una necesidad. A veces, hay historias que te atrapan, y como productores ayudamos a sacarlas a flote, es lo bonito de esta profesión. Lo hago principalmente con cortos, porque soy productora autónoma, pero cada uno aporta el granito de arena que puede, y este es el mío, retos que ayudan a dar sentido muchos momentos de la vida.
De esa presentación en Cerdenya, festival por cierto calificador a los Premios Goya, surgieron conversaciones, después la negociación para hacer un trabajo conjunto, el cierre de un presupuesto mínimo y distintas opciones para buscar la financiación. El proyecto no partía de 0, ya había conseguido de las ayudas de la Región de Murcia del ICA (Instituto de las Artes Culturales y las Artes) una ayuda a desarrollo y un premio en el Festival Estrenarte junto con otra productora de Murcia. El problema, es que parecía que podía acceder a pocos recursos más si no era a través de Ayuntamientos porque no existían en está Comunidad ayudas a la producción de cortometraje. Una realidad que ha cambiado en 2023 con las primeras ayudas a producción de cortometrajes, que ha logrado el proyecto.
Bajo esa realidad, mostre mi interés de participar en el proyecto como coproductora. La primera parada surgió a final de 2022 con la crida de la televisión autonómica de la Comunidad Valenciana, Àpunt Media. Durante el primero trimestre salió la resolución, y el proyecto fue uno de los beneficiados del apoyo a la producción, con un apoyo de 5.000€. La coproducción comenzó a tomar forma, planteamos presentar el proyectoa a las ayudas de producción del Instituto Valenciano de Cultura, configurar el equipo de trabajo, cerrar fechas y necesidades para la producción.
Pero 2023 no ha sido un año fácil, las elecciones ha relentizado todo demasiado, imposible cerrar muchos acuerdos, y eso perjudico el cierre del plan de trabajo y financiación. No estuvimos parados, a la espera de salir las ayudas a la producción del IVC y de la Región de Murcia, que iban a ser por primer año una realidad, buscamos opciones de visibilizar el proyecto. Trabajamos en darle un valor transmedia con el objetivo de ilustrar sobre el problema, las redes sociales y esta web fueron los primeros pilares. Presentamos el proyecto también a la televisión autonomica de Murcia pero no hubo suerte. En abril presentamos el proyecto a la sesión de pich de la 7 edición del Skyline Benidorm Film Festival donde obtuvimos una mención especial. En esas fechas ya teníamos claro que queríamos rodar en verano y comenzamos a cerrar el casting para encontrar a los protagonistas de nuestra historia. La suerte, es que en el festival además de trabajar se hace networking y coincidimos con la actriz Luisa Gavasa, que estrenaban el que se ha convertido en el corto más premiado de este 2023 París 70 dirigido por Dani Freixas y escrito Nach Solis ha sido nominado a los premios Forqué y a la 38 edición de los premios Goya, y que dará el salto al largometraje de la mano de la productora Morena Films. Luisa sería nuestra Carmen, la abuela del protagonista. La actriz está además muy concienciada con este problema pues en el pasado hizo una película que abordaba este problema pero en adultos. El mundo ha cambiado con el paso del tiempo, pero las consecuencias de la adicción al juego afectan no sólo a la persona que lo padece sino a su familia y todo su entorno.
A mitad de año, frustrados por la realidad, pero con la premisa de contar con un proyecto necesario, planteamos lanzar una Campaña crowdfunding con la plataforma de Platino Crowdfunding. Objetivo comenzar a crear una Comunidad de personas interesadas en el tema de nuestra historia, y que el corto fuera no sólo un plan didáctico en institutos sino también servir de denuncia sobre esta realidad que por momentos parece incluso tabú, porque no podemos dejar de lado de que se mueve mucho dinero. Vivimos en la era del consumismo y el materialismo, y todo se mide con el dinero, habrá un cambio social, cuanto tiempo será necesario, cuál será el nuevo orden mundial. Incognita.
La Campaña no fue mal, las fechas que escogimos no eran las mejores, la mayoría pensaba en vacaciones, las primeras al 100% tras la pandemia, así que no había excusa. Acabada y logrado el importe mínimo estabamos en la tesitura de rodar o posponer. Las ayudas del IVC no habían salido, y no sabiamos si se iban a convocar, llegaron en octubre, y las de la Región de Murcia no se habían resuelto. Así que con la certeza de que no era viable, se pospuso el rodaje y en septiembre veríamos como proceder. Sacar adelante un cortometraje no es fácil, sobre todo si tienes presente las obligaciones y necesidades de la producción, como productora no era viable tirarse a la piscina sin los recursos mínimos. Los perdedores es un cortometraje que implicaba rodar en dos CC.AA diferentes y eso conlleva gastos de producción necesarios que no tienen que ver con el propio rodaje.
Con el inicio del curso escolar, y laboral los nubarrones comenzaron a despejase teníamos la ayuda del ICA a la producción de cortometrajes, y el compromiso de dos Ayuntamientos de la Región de Murcia. Ya el caos de las elecciones habían pasado, y comenzamos a mirar nuevas fechas de rodaje. El reto, fue conseguir la disponibilidad de la actriz Luisa Gavasa no era viable saltar de año sin haber rodado el corto. Al final cerramos de fechas del 3 al 6 de diciembre empezabamos un domingo y acababamos un día festivo, pero nos ayudaba con nuestro protagonista adolescente, y al ser unas fechas tontas Luisa también tenía disponibilidad, cuadramos para que llegara el viernes y rodara el domingo. Nos pusimos manos a la obra y comenzamos la preproducción. Nos faltaba presupuesto, pero podíamos asumir el rodaje con la ayuda del ICA, de los ayuntamientos y el crowdfunding. En rodaje conocimos que también contamos con el apoyo del IVC y eso fue un alivio para poder afrontar la posproducción, el doblaje y la distribución sin problemas, pero eso ya lo hablaremos en otro artículo.