Producción del cortometraje de animación Mortelli. Parte 1

A lo largo de mi trayectoria he trabajado en el ámbito de la producción en muy diferentes campos. Mi primer contacto profesional fue en Informativos Cuatro donde hice mis prácticas del Master en Producción Audiovisual de UCM, luego diferentes derroteros me llevaron a la producción teatral pública (INAEM) a la que regreso de nuevo después de 11 años, pero eso es ya otra historia. Continué trabajando esporádicamente en publicidad y después di el salto al mundo del largometraje durante la primera etapa de Ciudad de la Luz. Mi estreno como ayte de producción fue con la película de ciencia ficción Linko dirigida por David Valero y Xosé Zapata que unía actores reales con fondos 3D. 

Han pasado unos cuantos años, y en ellos he ido conociendo como se desarrollan géneros tan diferentes a nivel de producción como la ficción, el documental o la animación. 

Mi primer contacto con la animación fue con el cortometraje Colores producido por Horizonte Seis Quince y dirigido por Arly Jones, Sami Natsheh nominado a los premios Goya en 2018. Después, ya de alta como productora y junto Horizonte Seis Quince nació el proyecto El Olvido dirigido por Cristina Vaello, Xenia Grey un homenaje a las víctimas del bombardeo el 25 de mayo de 1938 en el Mercado Central en la Guerra Civil española. 

Una experiencia muy enriquecedora que me llevó a vivir mi primera nominación a los Premios Goya en su 33 edición.  La animación en 2D es artesanal y necesita de mucho tiempo y preparación. El trabajo de producción es muy diferente al de cualquier otro género. Mi interés por aprender me llevó a realizar un curso de producción en ESDIP con Belli Ramírez con el objetivo de entender mejor los flujos de trabajo y las necesidades de este tipo de producciones, esperando nuevas oportunidades en este género. 

Sevilla. Gala Goya directoras y productora

La primera ayuda fue en el concurso Visual Buit que organizaba la Concejalía de Cultura bajo el marco del centro cultural de Las Cigarreras. Un concurso que ha tenido muy pocas ediciones y ya no tiene continuidad. Después logramos la financiación del IVC y la participación de Àpunt Media. 

En 2022 el director Ben Fernández llega a las oficinas de Jaibo Films con un nuevo guion que quiere realizar mediante la misma técnica a través de recortes fotográficos como ya había hecho con otros proyectos. En ese momento yo ya era productora autónoma y colaboraba con la productora. Juntos comenzamos el complicado camino de conseguir la financiación para sacar adelante el proyecto. 

En paralelo trabajamos el guion de nuestra historia porque a diferencia de los anteriores trabajos del director se decidió doblar la obra, y por ello, intentamos que la historia, aunque fuera una ficción, tuviera elementos realistas. Antes de realizar el doblaje definitivo valenciano sería la distribución nacional e inglés la distribución internacional, se realizó una locución previa por parte del director para modelar las bocas de los personajes, aunque realizados los doblajes se tuvo que ajustar. 

El cortometraje mezcla ficción y realidad. Busca ser un homenaje a la serie de detectives americana titulada Colombo interpretada por Peter Fralk que comenzó su emisión en 1978 mezclado con el género de ciencia ficción, uniendo los viajes en el tiempo. Comedia y absurdo se entremezclan en este corto que el director ambienta en la ciudad de Chicago para crear un universo único y con gran detalle a partir de recortes fotográficos. 

La elección de esta técnica, muy trabajosa y artesanal, hizo que una parte importante del trabajo la llevará a cabo el director, y en momentos puntuales y teniendo claro el resto de escenarios nos apoyamos en compañeros para cerrar la animación de las secuencias. Es un trabajo de meses a diferencia de una ficción. Chicago fue la ciudad escogida para recrear por parte del director, tuvo que bucear para crear una ciudad en dos momentos muy diferentes, además de la casa del protagonista, un escaparate, un bar, un almacén buscando el mayor realismo posible. 

Tráiler Mortelli, un cas perdut de Ben Fernández


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