Existen festivales o secciones e incluso plataformas o espacios culturales donde el público objetivo principal son menores. Eventos culturales y educativos que suele ser matinales usando el horario lectivo para programar obras audiovisuales que pueden ser cortometrajes, pero también largometrajes producidos con un objetivo comercial y profesional y donde se incluye la creación de unidades didácticas u actividades para los chavales entiendan las obras. Este tipo de festivales definidos por grupos de edad primaria o secundaria son eventos que asientan en muchos casos las bases para el futuro de muchos niñ@s y jóvenes como espectadores o como futuros profesionales. 

¿Pero, cuáles son los objetivos de este tipo de festivales?

  1. Formación de audiencias críticas. Indispensable el trabajo de selección de obras por edades con el objetivo de que puedan entender cómo se hizo, qué valores o ideas transmite y a valorar su calidad.
  2. Transmisión de valores: el cine es un vehículo para educar en valores cívicos y sociales como la solidaridad, la diversidad, la inclusión, el respeto al medio ambiente y la igualdad de género.
  3. Promoción de la cultura audiovisual: ayuda a inculcar el amor por el séptimo arte como forma de arte, entretenimiento y herramienta de aprendizaje.
  4. Educación y didáctica: el trabajo fundamental se realiza con centros educativos con la creación de guías didácticas o talleres para conocer el funcionamiento de los procesos de creación audiovisual o apoyo a material de estudio. 

En la actualidad los hábitos de consumo en la cultura han sufrido un cambio drástico, a excepción de los festivales de música que han sufrido un repunte espectácular sobre toda tras la pandemia. Y es que la participación y presencia de público se ha reducido drasticamente y en el medio audiovisual con la aparición de las plataformas que te permite escoger a la carta y en cualquier momento qué ver ha provocado cambios drasticos sobre todo entre las nuevas generaciones. Además, se ha roto el marco temporal de las diferentes ventanas de distribución y hay películas que se estrenan sólo en plataformas o llegan poco tiempo después de pasar por salas. Como consecuencia, el cine como experiencia grupal se está perdiendo. Las largas colas para ir a ver una película y la sobremesa de después, ha quedado relegada a grupos de cinéfilos, y en el caso de festivales de cine, cada vez cuesta más movilizar al público, son festivales relevantes y de gran trayectoria los que cuentan con un público fiel, aunque siguen naciendo nuevos festivales, pero sufren los vaivenes por la dependencia de ayudas públicas dentro del marco temporal como consecuencia de los cambios en los puesto de gobierno.

Más información sobre su programación de obras y actividades en la web

A la hora de organizar este tipo de festivales donde se programan obras profesionales, cortos y largometrajes, es necesario la convivencia en mayor o menor medida con profesionales del medio educativo (docentes o pedagogos) junto con los profesionales audiovisuales. La figura del programador es fundamental para la selección de las obras más adecuadas y el trabajo de preparación para los centrso educativos según los grupos de edad y creación de las guías didácticas. No todo vale cuando estamos trabajando con menores, es fundamental que sean obras calificadas porque son una guía fundamental para trabajar determinados temas.

La calificación por edades es una herramienta fundamental que en algunos casos pasa desapercibida, pero cuando hablamos de menores deben quedar marcado el mejor grupo de edad porque da una pista de cómo abordar la obra según estas pautas, por ejemplo existe la especificación de Especialmente recomendada para el fomento de la igualdad de género. Es obligatorio para un largometraje que se estrena en salas y a pesar de su relevancia, y cuando hablamos de menores, son muchas veces las que padres se han metido con sus hijos en una sala a ver una película pensando que al ser «animación» ya era para niños. Ejemplo fue en 2016 con La fiesta de las salchicas con padres saliendo horrorizados con sus hijos o recientemente con Flow, un mundo que salvar (2024) donde hay que considerar que es una película de animación sin diálogos resultar compleja para los más pequeños. El tema fundamental es el miedo y la superación, son universales y pueden atraer tanto a niños como a adultos pero es recomendable que sean niños mayores de 8 años, y para los de 6 y 7 con supervisión de los padres y en ese caso no es sólo ver, sino diálogar sobre la película.

Un caso aparte es el mundo del cortometraje, que forma parte de un cajón de sastre en lo que se refiere a regulación, y se siguen los «procesos» cuando son trabajos que se vinculan a productoras de forma obligatoria si tiene ayudas públicas (el cortometraje da mucho debate, aunque ahora se haya impuesto la coletilla «El corto es cine» según para qué y para quién). No podemos olvidarnos de la televisión donde hay un control ferreo y la calificación es una premisa fundamental además del control horario lo que ha desencadenado denuncias como fue el desaparecido programa de Mediaset, Salvame.

Fuente BOE Pictograma de edad para las obras audiovisuales

Siguiendo con la labor del programador, es relevante incluir la selección de obras cuyo idioma original sea una lengua cooficial o incluso obra en otros idiomas. Esto es un punto positivo para las ayudas a festivales. Además, el visionado de este tipo de obras es muy útil para el aprendizaje de idiomas, y se usa como eventos específicos no sólo en festivales sino en universidades y Escuelas de Idiomas y los cines cada vez más incluyen una sesiones con obras en versión original subtitulada. Personalmente, yo hace tiempo que me decanto siempre por la versión original. 

Los festivales con un fin cultural y educativo tienen un trabajo muy laborioso sobre todo en sus primeras ediciones para lograr un presupuesto adecuado. Es necesario contratar contratar personal con conocimientos vinculados con la educación y/o la cultura audiovisual. Hay que buscar público, en este caso, es un público cautivo, al menos el de una parte de su programación ya que proviene de centros educativos (con las obligaciones de su programación lectiva). No es por tanto un llamamiento abierto pero, para conseguir el interés y su presencia, el trabajo de comunicación es fundamental.  

Pero, ¿Cómo se financian este tipo de eventos que unen educación y cultura? 

Por lo general son eventos que han logrado un apoyo mixto, que se agradece porque la dependencia de ayudas públicas puede dar lugar a su desaparición como consecuencia de los vaivenes de las diferentes fuerzas políticas cuando llegan al Gobierno (lo que hacen unos, deben destruirlo los otros, una norma no escrita, pero sucede y la cultura sufre por ello). Por un lado están las ayudas públicas; nacionales, autonómicas o locales y por otro lado está las diferentes opciones privadas: patrocinios privados por lo general de empresas del sector cultural, educativo o tecnológico o colaboraciones con empresas de servicios del sector cinematográfico. El objetivo es asociar su marca con valores positivos como es la educación, la creatividad o el desarrollo cultural de los menores. Además también recaudan financiación de manera anticipada con venta de entradas para proyecciones específicas fuera de las matinales para los centros educativos o las actividades complementarias que suelen ser los talleres o charlas. Mencionar que fuera de España las donaciones son muy habituales a eventos culturales, muchos festivales de este tipo tienen este marco de acción, esta opción sin embargo aquí es más residual, aunque se han dado caso de lanzamientos de campañas de crowdfunding para la puesta en marcha de diferentes eventos además de los ya conocidos proceso de creación.

El funcionamiento de estos festivales no difiere mucho de otro tipo de eventos culturales. Es necesario delimitar las partidas necesarias para que todo funcione correctamente, pero a diferencia de otros festivales, hay que tener en cuenta que la presencia principal es que es público cautivo, estudiantes, y que el evento no tiene como objetivo fundamnetal premiar las obras que se programan, ni hay un premio económico para los ganadores o más votados. En cualquier caso hay que tener ne cuenta que se trabaja con obras comerciales y calificadas y esto esto debería de ser un coste para la organización, se debería de cerrar un pago por los derechos de comunicación pública (al ser eventos privados es imposible de saberlo). Es un planteamiento obvio y no podemos olvidar que las obras audiovisuales han tenido un coste. Si bien es cierto, que los pagos, a veces son testimoniales, no hay una regulación o estandarización de costes, hay que precisar que se realizan programas para X número de público.

Si hablamos del pago de la cultura en España tenemos que decir que no hay una mentalidad proactiva para el pago de la misma, se prefieren y se potencian demasiado los eventos gratuitos, y a pesar de ello, muchos están vacíos pues afecta el día, la hora y el lugar y si hay otros eventos similares. He vivido, como se contraprograman en ciudades pequeñas sólo porque la actividad contaba con apoyo de un grupo político diferente. También, ver eventos con público porque se cerraba con un brindis de honor, o similar. Es muy triste.

Programa Cine Molon en el Festival de Cine de Madrid. Festival que dedica una sección a nuevos públicos con cortos nacionales

Por otro lado, también hay que tener en cuenta, los espacios donde se organizan estos eventos. En el caso de los largometrajes suelen ser espacios con facilitan X aforo: los cines puede acarrear un coste si se alquila la sala o puede ser una colaboración con los mismos, pero se suele cerrar un coste de entrada aunque sea un precio reducido. Para las salas culturales, suele ser una cesión de espacio en la mayoría de los casos, pero la organización se debe de adaptar a las fechas disponibles, y es por ello que, se trabaja con mucha antelación.

La cultura necesita del público y la comunicación es fudamental para ello. En la actualidad además de los medios de comunicación y la publicidad, se cuenta con las redes sociales que son un activo muy interesante y con un coste mucho menor de lo que puede ser la publicidad y sirve como testimonio gráfico y/o audiovisual. La presencia de público es determinarte para cuantificar el éxito y la continuidad de determinados eventos. Tenemos que tener presente que en los festivales culturales y educativos el público objetivo fundamental son menores y tienen una especial protección, se debe evitar mostrar el rostro de menores, se necesita de un permiso expreso firmado por los padres o tutores, pero puede ser rebocado en cualquier momento así que como solución se plantea un diseño con dibujos o imágenes de repositorio o imágenes de las obras que se van a programar. Desconozco cómo trabajan los festivales en la actualidad, pero en mi caso como directora de festival educativo con ayudas públicas, debía entregar además de una justificación de los costes un informe o dossier sobre el trabajo realizado.

Para acabar mencionar que dentro del marco docentes conozco el trabajo de un profesor ya jubilado de Alfaz del Pi que realizan de manera independiente este trabajo de educar en valores en las aula y eso si con cortometrajes abordando diferentes temas o valores. Trabaja con alumnos de secundaria principalmente y recuerdo que comentaba que las obras deben de llamar la atención de los alumn@s para que se suelten y se enriqueza el debate. Un corto que me ha fascinado por la crudeza y realidad y su secuencia final te deja fría es la obra valenciana 13 de Màriam Zelaia (2023) con una calificación NRM 16 años, pero para adolescentes y padres creo que es fundamental.

Enlace al trailer cortometraje

Los docentes cuentan con plataformas como AulaCorto o Platino Educa para trabajar con cortos audiovisuales y se incluyen además guías didacticas (pronto hablaremos de ellas en otro artículo). También hay webs que te informan de X cortos en valores (sobre todo cortos de aninimación mudos) que ya están libres en Youtube. Un corto relevante en España fue Cuerdas de Pedro Solís (2014) con una tematica que sigue siendo actual como es promover una educación inclusiva y el Ministerio de Cultura lo recomendó por su vocación educativa. Una obra que fue germen de la película Buffalo Kids (2024)  con dos premios Guinness por el número de visionados, como anécdota, fue tal el éxito, que tuvieron problemas con el pirateo de la obra. 

Cortometraje Cuerdas.

Hacemos un inciso necesario sobre la pirateria: En los 80 y 90 el pirateo fue con cinta (VHS, CD o DVD) dando unas pérdidas considerables al audiovisual pero también a la música. Ya el el 2000 con la entrada de Internet, las redes P2P como Ares y eMule, y más tarde el streaming ilegal, masificó la piratería siendo la década de 2010 con más accesos ilegales. En 2020 con la llegada de las plataformas en streaming hubo un descenso de la pirateria pero en 2024 ha comenzado un repunte como ha expuesto el Observatorio de la Piratería y Hábitos de Consumo Digitales 2024, elaborado por la consultora GfK para la Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos. 

Quiero destacar también el trabajo de Mercedes Ruiz coordinadora de Cine y Educación en la Academia de Cine muy activa en redes sociales sobre las novedades de cine con valor educativo, fue un gusto contar con ella en un taller para profesores en Alicante, trabajamos la igualdad, un tema necesario y recurrente, y a nivel educativo la coeducación lo trabaja en Valencia la Associaciò per la Coeducaciò con una serie de cortos por la igualdad. Además está el trabajo de la directora Paqui Mendez como cabeza visible con la creación de diferentes obras de esta temática las últimas vinculadas al deporte.

En el marco profesional la asociación de mujeres cineastas, CIMA cuenta con un programa educativo CIMA 10 junto a Prime Vídeo para promover la igualdad dirigido a 16 a 23 años que esperemos pronto habrá su 4ta edición. En 2017 realizaron además una campaña junto al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad titulado «Encuentra el verdadero amor» que estaba compuesta por 5 historias cortas diseñado para la prevención de la violencia de género en la adolescencia y para visibilizar situaciones en el entorno adolescente que permitan detectar las primeras manifestaciones de la violencia machista y cuenta además con una guía didactica de los trabajos realizados.

A veces, también se han dado acciones donde estudiantes y profesionales han colaborado en la producción de un cortometraje que con el paso del tiempo se ha convertido casi en una campaña para luchar contra el acoso escolar y que difundió bajo el marco del EH! Universo

Y no olvidemos el trabajo de las Filmotecas como la Valenciana o la Filmoteca Española y sus programas pedagógicos con el objetivo de contribuir a la difusión de la cultura del cine y del audiovisual entre todo tipo de públicos, poniendo especial énfasis en las nuevas generaciones que tienen ahora abierto . 

  • EducaFilmoteca: matinales presenciales y online dirigidas a estudiantes de ESO, Bachillerato y FP de entre 12 y 18 años.
  • Filmoteca en familia proyecciones y talleres que hacen del Cine Doré en un espacio de creación y diversión familiar algunos fines de semana.
  • Escuela Filmoteca : talleres temáticos para público adulto así como de proyecciones para poner en práctica el conocimiento adquirido.

En la segunda parte de este artículo repasaremos un listado de este tipo de festivales en España y en el mundo, y contaré mi experiencia como directora de un festival cultural y educativo. Una experiencia muy enriquecedora y de gran aprendizaje para dejar sobre todo de mirarte el ombligo y respetar y conocer muchas realidades que quizás de otra forma no hubiera sido posible. 

Actualizado a 30 de septiembre de 2025

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Que se hace en España a nivel de obras audiovisuales para trabajar en el medio educativo. En este artículo de dos partes conoceremos el trabajo que se lleva a cabo incidiendo en la creación y organización de festivales, pero también acciones de docentes, asociaciones y filmotecas.