IA o no IA, esa es la cuestión

Teniendo en cuenta la actualidad informativa de la IA en el audiovisual en nuestro país, vamos a hablar de la noticia que saltaba el 20 de noviembre saltaba la noticia en El Mundo con el titular «Una película hecha con ayuda de IA podría ganar el Goya: «Lo que ha hecho la Academia de Cine es una aberración» y que también se ha hecho eco Cine con Ñ con un artículo el 25 de noviembre titulado: Una cantante que no existe en los créditos de un corto: la IA tensa la preselección de los Goya. Vamos a abordar el tema pero con otra mirada.

Entre 2024 y 2025 la IA se ha posicionado como el desafío más disruptivo para la industria audiovisual, sobre todo vinculado a la animación, que es donde se ubica el caso que nos ocupa.

En septiembre, Disney, Universal y Warner Bros. Discovery lanzaron la primera denuncia a Midjourney por infligir los derechos de autor, y no sé si recordáis o habéis usado una foto personal vuestra para hacer una versión animada, buscas en Google y te saltan muy diversos programas que te dan de forma fácil esta posibilidad. Otra noticia reciente es la postura de Dana Terrace, la creadora de la aclamada serie animada de Disney Channel, The Owl House (La Casa Búho) que lanzaba la siguiente petición desde sus redes sociales: Cancelen sus suscripciones de Disney+. Pirateen Owl House. No me importa. Era su protesta contra la integración y el avance de la Inteligencia Artificial generativa en los contenidos de Disney+ por el peligro de los puestos de trabajo y por el menosprecio a las necesidades de tiempos en los procesos de creación artística, por la rapidez al mecanizar los procesos.

Promo visual serie de Disney

Otro caso llamativo es el de la empresa ElevenLabs pionera y destaca por la compra y licenciamiento de la voz de famosos, tanto vivos como fallecidos. Matthew McConaughey es inversor de la empresa y ha firmado un acuerdo para que su voz sea replicada digitalmente para diversos usos, como la versión en español de su boletín. Cuentan con acuerdos con figuras icónicas como el actor Michael Caine y leyendas de la música como Liza Minelli y Art Garfunkel y con herederos para licenciar las voces de actores clásicos fallecidos como James Dean y Judy Garland para audiolibros.

Imagen que aparece en la página de ElevanLabs

En Japon donde la industria del manga y el anime es un motor económico y un pilar de la identidad cultural y tiene una postura más proactiva a través de Content Overseas Distribution Association (CODA), busca proteger su propiedad intelectual y evitar que la IA devalúe sus logros culturales y al igual que sucede con otros personajes famosos empresas se lucran con la copia del modelo de sus personajes.

Uso masivo de los personajes como adaptación de imagen real

La IA y el Audiovisual en España

En España la IA dentro del campo profesional, y el audiovisual, es un tema recurrente desde hace tiempo, hay miedo porque parece inminente la perdida de puestos de trabajo, pero en contraste puede ayudar a mecanizar y facilitar tareas. Tenemos por tanto personas a favor y en contra pero no hay discusión de que la tecnología va demasiado rápida y las leyes van lentas y a trompicones. Esta incertidumbre legal ha generado una creciente frustración que obliga a los autores a recurrir a la vía judicial, demostrando que, ante la lentitud regulatoria, ‘lo único que queda es demandar’, tal como refleja la publicación del ABC del 27 de noviembre.

La regulación de la Inteligencia Artificial (IA) en la producción audiovisual en España se encuentra en una fase inicial. Desde el ICAA se están estableciendo las primeras barreras para garantizar la autoría humana y el uso ético en las obras que reciben apoyo público a través de las ayudas con la importancia del certificado de Culturalidad y está trabajando en la aplicación de una herramienta tecnológica que ayude a detectar si el contenido ha sido creado de forma íntegra por IA, excluyendo a aquellos que no demuestren autoría humana. Por otro lado, la Academia de Cine se centra en las acciones lo referentes a los premios y reconocimientos.

Imagen creada en Canva

Quizás son los guionistas los que tienen una posición más clara con respecto a la IA. En España a través del sindicato ALMA abogan por la protección y denuncian el uso no autorizado de su trabajo. En Estados Unidos en la huelga del Sindicato de Guionistas de Estados Unidos (WGA) de 2023 con un paro de 148 días se tomaron acuerdos vinculantes con el uso de la IA.

Siguiendo en nuestro país diferentes entidades y asociaciones están realizando jornadas y charlas para abordar el tema de la IA. La oficina Media España organiza una jornada el próximo martes 2 de diciembre dirigido a todos los profesionales desde la creación, la producción o la distribución de contenidos a la formación y el derecho en el audiovisual. Estamos en un momento de experimentación, aprendizaje y cruce de líneas rojas de diciembre para hasta que haya una clara regulación. Una regulación que seguro no estará al gusto de todo el mundo, y como pasa con casi todo hecha la ley hecha la trampa. Rápido o lento parece que no va a haber uniformidad de criterios, y habrá claras diferencias entre Europa y Estado Unidos y el lobby y los intereses pesaran muy mucho. Sobre la mesa, no podemos olvidar otros problemas que han surgido y que tienen que ver en nuestro sector como es la democratización de los soportes y su accesibilidad o cómo ha afectado la tecnología, Internet y las redes sociales. Un cóctel, al que le unimos el capitalismo y el consumo como prioridad fundamental y se muestra la guía de la sociedad actual.

El conflicto específico del cortometraje

Pero volvamos al tema que nos ocupa de la denuncia de una obra audiovisual y el conflicto con la IA. El conflicto se centra en el cortometraje de animación titulado El corto de Rubén dirigido por José María Fernández de Vega y producción de la empresa extremeña The Glow especializada en animación, grafismo y efectos visuales. Productora que está detrás del éxito de Buñuel y el laberinto de las tortugas, premio Goya a mejor película de animación en 2020. Puedes ver aquí en la página de su distribuidora Selected Films los festivales y premios recibidos.

Cartel El corto de Rubén

El corto en cuestión podríamos decir que es una tragicomedia. Es la historia de Javier, un amante del cine que por fin se decide a realizar su cortometraje; pero durante el proceso, se encuentra a pintorescos personajes dentro de la industria que irán cambiando su proyecto a otra cosa que no tiene nada que ver con su cortometraje. En el cast participan conocidos profesionales de la industria como Rubén Barbosa (director), Antonello Novellino (director de producción), Iván Miñambres (productor), el propio José Mª Fernández de Vega (productor y director), la actriz extremeña Cristina Gallego (‘Me he hecho Viral’ o ‘Vacaciones de Verano’) o Juan Francisco Pérez Polo, director de ‘El Blog de Cine Español’. Junto a otros 14 trabajos han pasado el corto para ser candidato a los Premios Goya.

Este trabajo, que mezcla ficción y animación 2D y tiene una duración de 23 minutos (algo impensable en animación que baraja otros tiempos y costes), ha pasado a la preselección de los Premios Goya junto a otros 14 títulos. La polémica que ha tensado la preselección de los Goya radica en el uso de la IA para una parte de la banda sonora y poner la voz de la cantante ficticia «Ai Tiana».

Fotogramas del cortometraje y el uso de diversas técnicas de animación además de imagen real

NOTA: La mezcla de ficción y animación no es nueva, ya se usó en los cortos Blue and Malone casos imposibles (2019) de Abraham López Guerrero o el largometraje Memorias de un hombre en pijama (2018) de Carlos F. de Vigo basado en el comic homónimo de Paco Roca.

Abordando las bases de los premios Goya para el 2026 y dada la naturaleza del proyecto no entiendo porque tanto barullo, y quejas. Hablamos de una canción y cantante de un corto de 23 minutos, y parece que fue comunicado y entiendo que se permite según la interpretación del punto 3.4.2 que es donde se metería el uso de la IA en este trabajo como herramienta de asistencia. En concreto el punto dice:

3.4.2. Uso permitido de inteligencia artificial como herramienta de asistencia.
El uso de sistemas de inteligencia artificial será admisible únicamente como herramienta de apoyo en las distintas fases del desarrollo de la obra, siempre que:
▪ No sustituya la autoría humana de forma integral o mayoritaria en la concepción, ejecución o expresión artística de la obra.
▪ No se generen elementos fundamentales de la película sin una supervisión directa y una intervención creativa sustancial por parte de personas físicas responsables.

El resto de puntos se centra en la autoría humana y todo el proceso creativo a nivel artístico y técnico está liderado por personas físicas identificables. El pero quizás puede venir con el punto 3.4.3 con las herramientas utilizadas y la evaluación de la Academia que es el punto 3.4.4. Pero sobre estos puntos nos obliga a abordar un problema más acuciante: el cortometraje como formato que no está regulado por la Ley del Cine, y no existen pautas claras sobre los procesos y las necesidades laborales cuando la producción se hace fuera de las Ayudas públicas. No olvidemos, que la Academia ha tratado históricamente como una «patata caliente», llegando a intentar suprimir sus premios en el pasado.

El cortometraje tiene entre sus fines originales el aprendizaje y su uso formativo, que es lo que está estandarizado, pero de igual forma se crean obras para potenciar la creación y la experimentación gracias a la libertad creativa frente a otros formatos Por supuesto, en ningún momento quiero menospreciar a ningún profesional del medio musical, solo exponer que el corto es el medio de experimentación que permite estas cosas. La IA se usa, y está más o menos integrada, y cada vez son más los profesionales que la usan. No podemos permitir que, por una tecnología que avanza de forma imparable se olvida que la animación española necesita soluciones para su viabilidad y visibilidad.

En 2024 fueron calificados 735 cortometrajes entre ficción, documental y animación, según aparece en la web del ICAA. Esos cortos, la mayoría, pues debemos quitar los que provienen de la Escuelas de Cine (ECAM y ESCAC) son cortos hechos por empresas productoras o productores/as autónomas donde el elemento formativo ha quedado en un segundo plano y se potencia experimentar o jugar por la libertad creativa que tiene a diferencia de las directrices que puede tener un largometraje.

Volviendo al corto de conflicto, el contexto y la realidad del mismo, si importa y le da todo el sentido, el experimentar y la elección y uso de la IA. Dicho esto, bienvenida sea la experimentación y usar la IA, con los matices impuestos desde la Academia. Además, hay que tener en cuenta los procesos y necesidades de crear una obra de animación. En el pasado se trabajaba mucho en desarrollar técnicas, y muchos creadores han usado Youtube para mostrar sus trabajos. No podemos permitir que, por una tecnología que avanza de forma imparable, se desacredite un trabajo o una productora, mientras se olvida que la animación española necesita soluciones para su viabilidad y visibilidad. La IA se usa y cada vez más profesionales la están integrando; la necesidad ahora es democratizar su uso con ética, no prohibirlo por el miedo a la pérdida de un rumbo que, en el cortometraje, siempre ha estado en constante redefinición.

Esto nos lleva a otro elemento fundamental: la ventana principal de estos trabajos son los festivales. Tengo muchos peros con el amplio listado de festivales calificadores y la falta de criterios rígidos y verificables. La convivencia de todo tipo de producciones en este circuito desacredita los procesos y hace imposible crear una industria fuerte. Este año, la selección de candidatos a los Goya se basa en los puntos de estos festivales. En total son 15 trabajos de ficción, documental y animación siendo el caso de animación siempre más complejo por la escasa producción y al necesitar procesos y periodos más largos en su producción.

La búsqueda de la democratización de la IA a través de la rapidez y la accesibilidad, sin un marco regulatorio que la acompañe, está generando un problema evidente que ya era patente en otros procesos del sector. Esta accesibilidad sin barreras facilita que cualquier persona pueda generar contenido, afectando directamente a los procesos profesionales establecidos y al valor del trabajo experto. El conflicto no es con la herramienta, sino con el olvido de las obligaciones éticas, los derechos de autor y las necesidades que rigen la producción audiovisual. No comparto en absoluto el mantra de «crear, como sea, pero crear», especialmente si se tiene experiencia en el sector. Este enfoque simplista ignora las responsabilidades inherentes al proceso y pone en peligro la figura fundamental del productor/a y de todos los oficios especializados. El audiovisual es un trabajo en equipo encauzado por el desarrollo de una profesión y un trabajo reglado, algo que el cortometraje, al estar fuera de la Ley del Cine, no siempre respeta, permitiendo el libre albedrío en procesos de contratación y otros elementos, como ya expuse en mis artículos (I, II, III).»

Amo la animación, y el trabajo que se hace en España es fantástico. Si bien es cierto, que no he visto el total de las obras candidatas, he disfrutado aquellas que he visto. Algo que me llama mucho la atención con la animación, es que, si hay un pequeño sello según la CC.AA donde se ha desarrollado sobre todo cuando hablamos de 2D y supongo que será por los procesos de aprendizaje. En enero sabremos las obras que serán ya las nominadas en la carrera a los Goya y jugará un papel fundamental el trabajo de visibilidad con las acciones de comunicación y prensa para llamar la atención de los Academicos para que vean las obras, algo menos complicado en los cortos ahora que se ha reducido su número a uno razonable.

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La polémica del corto 'El corto de Rubén' en los Goya 2026, por el uso de la cantante IA 'Ai Tiana'. Analizamos el cortometraje como espacio de experimentación y hacemos hincapié de la falta de regulación y la realidad actual en España y en el mundo con los productos de animación.